domingo, 7 de diciembre de 2014

Sentido religioso de la obra literaria de Jean Aristeguieta


Sentido religioso de la obra literaria de Jean Aristeguieta
Autor: Ángel Martín Sarmiento
Ediciones Garrido, Caracas, 1956. 
Revisado en Biblioteca Nacional

Resumen:

Se trata de una interpretación de la obra de Jean Aristeguieta que hace el autor, Ángel Sarmiento de la que considera la figura más discutida de la joven poesía escrita en Venezuela: Para Jean, la poesía era la esencia del todo. Así lo refrenda en este libro con su rubrica y más que “una raíz de su alma”, su poesía es su misma alma.

Dice Sarmiento que Jean nos ha dado una poesía que no es ni colorista ni acromática. Poesía en función de personalidad (...), un crítico y comentarista español me llegó a decir sobre la obra de Jean: “Que nervio y que energía…pero un nervio y una energía que se retuerce al exterior. Si no me lo hubieras indicado, nunca hubiera creído que se trata de una mujer, de una joven”.

Ella ha concebido la poesía como algo trascendente en su esencia:

En esta mitad del siglo, cuando se abusa de melindres, cuando se miran las insulseces artísticas de Walt Disney, 'el genial', cuando se trafica con lo que no tiene límites como lo es el arte, en esta época de turbulencias y de estupor, para mí, Jean, en vértigo de poesía, vértigo de amorosa poesía, de poesía-poesía, me doy a ser quien soy, así me ahorquen por materia deslumbrada. Yo soy quien soy en esta hora de atropello a la razón. ¿Y quién soy yo? Yo soy quien soy, lágrima y júbilo de amor-poesía”. (Poesía Me hundo en tu fiebre, Pág. 114)

Explica el autor que la poesía era para ella un jardín de lumbre con aromas (Pág. 49). Refiere que Platón definió a la poesía como divina virtud, y Jean escribió “…De allí la división ripiosa de poesía femenina la cual usada en sentido contrario parecería absurda: poesía masculina. Pues, ¿tienen sexo la sabiduría, la virtud?". Para Sarmiento, ella rechazaba eso de poetisa, vocablo que a su entender amparaba la denominación de poesía femenina: Jean nos va a dar una literatura entera, recia, objetiva…la mujer poeta que llegó a escribir, en Embriaguez de mi pulso, Pág. 26: Poeta no es ser hombre o ser mujer. Poeta es ser pulso de la humanidad”. 

Jean ha sentido hondamente las tres dimensiones que a juicio de Sarmiento, definen la poesía: instinto, pasión e intuición, como razón vital, o sea necesidad. Es algo que ha nacido con ella y en ella: “Mi pasión es la poesía, mi patria es la poesía, mi muerte es la poesía, mi porvenir es la poesía” (Embriaguez de mi pulso, Pág. 9). Añade Sarmiento que la poesía-pasión la lleva a Dios, esta inmanencia de lo divino en la poesía la vuelve a reafirmar Jean en expresiones como éstas: "eres poesía, el intacto sino de Dios, eres la torre, eres el reflejo de Dios…poesía esencia de lo infinito”. Una entrega vital en la poesía que la lleva al éxtasis: “Con el alma traspasada por el éxtasis, poesía, me hundo en tu fiebre”… 

Para el autor: Jean Aristeguieta es poeta hoy y siempre, por la eternidad porque es la suya poesía vital, necesidad vital, es la mujer-poeta de la poesía universal que se da y se vive sin especificaciones. Es una poesía positiva hasta el sumo, precisamente por ser esencialmente purificadora, la vive, la contempla y la predica.

Así, dice el autor, Jean define la poesía como “intactos signos de Dios. Por eso habitas en los parques de árboles hermosamente tristes, en las iglesias con himnos en latines y soles de órganos, a las orillas de los bosques con savias plenas de frenesí y te siento en los besos del amor ya huracán, ya arcoíris".



No hay comentarios:

Publicar un comentario

De ella y para ella, "siempre en la poesía"