Escrito en 1942
Podría gritar hasta romper mi sombra
Podría llorar como una triste niña
Y tu para quien soy, qué dirías entonces?
Si recordando fueras nuestros dardos de campo
Y a medir no alcanzaras mi ternura inefable
Yo quisiera morir esta noche,
Así lánguidamente como te cifró el alma
Nos uniremos
Un día determinante
Para siempre?
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